Porque cada pedacito importa, por separado los azules no sirven de mucho pero juntos pueden formar bellos dibujos, la ayuda de cada niño y joven es imprescindible para que esto funcione, cada uno es único e irrepetible, eso es lo mágico, es como la vida…
Es curioso ver lo que se produce cuando trabajas en un lugar público, en el sentido que realizarla a vista de todo el mundo donde las personas ven el proceso del mural entero. O mejor dicho me confiesan que al comienzo no les gustaba porque no le veían la forma al comienzo, como pueden juzgar algo que recién comienza pero ahora se sorprenden de cómo va quedando, sobre todo cuando hicimos las figuras de cemento tallado. Me llama la atención el cambio de opinión, me alegra que comenzaron a creer y hacerse parte esto, hasta me han ayudado personas de afuera que como les gusta quieren aportar con su granito de arena. Se pasan el dato y hay gente que va especialmente a verlo, llegan a opinar, a conversar me gusta saber qué color les gusta más o que simplemente vean. Me doy cuenta de lo importante que fue encontrar el proyecto adecuado donde hacer parte de eso a toda la escuela, la gente es escéptica pero cuando las cosas comienzan a funcionar se entusiasman.
Por el lado de los materiales, de lo difícil que es trabajar con las artes visuales en un lugar tan alejado como Uaxactún, donde la tienda más cercana esta a 3 horas de distancia y hay que traer todo desde allá, desde las pinturas azulejos cementos etc. Con lo pesado que resultan todo eso y desprender de conseguirme un carro que me vaya a buscar lo que muchas veces se demoran varios días en llevar los materiales para Uaxactún, hasta el traslado dentro de mismo Uaxactún, que tendría que ser con carreta, tuve que dar muchísimos viajes con los jóvenes llevando los materiales. Por suerte doña Mirna me los guarda cerca de la escuela.
Tendrán que esperar para verlo entero y pintado
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